emoción

Es impresionante el sustrato ambiguo de las emociones,
hasta me parece raro que se pueda decir así, tal cual y de esa manera.
¿No es que cuando sientes odio, no estas sintiendo amor?
Esta claro, las emociones se pueden mezclar,
pero ¿pueden llegar al punto de confundirse e incluir "emodicotomías" en una misma situación?
Puede que sí, pero en realidad a lo que me quiero referir con lo de "lo ambiguo de las emociones" es claramente a la repercusión que diariamente tienen en la vida común.
La psicóloga lo dijo de esa manera, me muevo por mis emociones, es mi forma de conocer el mundo y de hacerme parte de un sistema de multiestimulación.
No se ve nada malo en eso, puede sonar hasta conmovedor, pero las emociones pueden destruir, hasta matar.
Llegan a tal posicionamiento de uno que monárquicamente se toman el poder de
la mente y de la conciencia, logrando que no haya nada más importante ni trascendente
que lo actual, que lo conciente.
Podrá verse como un trabajo racional, que no tiene mayor
estrago, pero créanme que no es simplemente así, puede llegarse
al punto de no pensar en nada más que no sea la emoción, lo inmediato
de las situaciones, a un anulamiento de la persona como tal, como sistema
viviente y movilizador de energía.
No se transmite, no se crea, se duerme y
hasta en un instante se muere.
Entonces la emoción luego de ser una vivencia
satisfactoria y clara de nuestra experiencia pasa a una
transformación maquiavélica de su esencia disfrazada.
Es por esto que me niego a creer en la ingenuidad de su labor,
me niego por sobre todo a ver el lado lindo y especial de las buenas intenciones,
el disfraz es tan bueno y tan elaborado que no se nota
lo perverso que hay involucrado en ellas.
Me niego, y reniego de su bondad, las escupo sin remordimiento
y las mato en las palabras, en las acciones, en su permanencia.
Las emociones resultan entonces fuerzas contrapuestas que son parte del ser, son parte de momentos del ser, y su trascendencia y permanencia esta en la divagación que queda luego de la intervención.
Esa divagación presente en la interioridad muestra su contrapuesto y acciona perversamente en el ser mismo, pero más intenso, desde dentro.
Y matan.